Frente a sus necesidades y a sus deseos, el Ser Humano se debate entre aumentar sus capacidades para ser autosuficiente y por lo tanto libre, y su búsqueda de ayudas para todo aquello que no puede conseguir por sí mismo, pero ésto último le hace depender de quienes le ayudan.
El Hombre, en tanto que especie ha ido aumentando su capacidad para ser autosuficiente, es decir, para reducir su necesidad de recibir la ayuda de las fuerzas sobrenaturales.
El Hombre, en tanto que individuo, también ha ido aumentando su capacidad para ser autosuficiente, es decir, para reducir su necesidad de recibir la ayuda de las fuerzas sobrenaturales, así como de los héroes, de los santos y de las personas de más conocimiento.
Pero el Hombre, tanto como especie, como individuo, sigue teniendo necesidades que no sabe como conseguir por sí mismo: Necesidades de supervivencia. Necesidad de escapar a las situaciones dolorosas. Y llama necesidad a todos sus deseos.
Durante la mayor parte de su existencia, la Humanidad ha buscado la ayuda de las fuerzas sobrenaturales y de los héroes, de los santos y de las personas de más conocimientos, y lo ha hecho mediante diferentes formas de ganarse su ayuda, formas que siempre han implicado un grado de obediencia y un grado de dependencia.
A partir del siglo XVIII, el aumento de los conocimientos científicos y tecnológicos, así como el aumento de los derechos y libertades, llevó a un número creciente de personas a creer que el Hombre, en tanto que especie y en tanto que indiviuo, no necesitaba las ayudas de las fuerzas sobrenaturales, que se bastaba a sí mismo, pero siguió la necesidad de la ayuda de los héroes, de los santos y de las personas con más conocimientos. En la actualidad, pese al aumento de sus capacidades, pese a disponer de más derechos y libertades que en el pasado, pese a disponer de más bienestar material y más esperanza de vida que en el pasado, pese al gran desarrollo de la ciencia y de la tecnología, el Hombre sigue sin liberarse de sus necesidades, sigue sin liberarse de su dolor, sigue sin conseguir sus deseos, sigue sin sentirse feliz. Esto está llevando a que en muchas personas se esté produciendo un aumento de sus creencias y de sus esperanzas en la ayuda de las fuerzas sobrenaturales y un descenso de su confianza en la ciencia, en la tecnología y en las creencias defensoras de los derechos y libertades.
Pero a pesar de todo, en el Ser Humano como especie sigue abierta la pugna, la tensión, entre la búsqueda de capacidades y de comprensiones para ser autosuficiente y libre, y la búsqueda de ayudas. Esta pugna y esta tensión se produce también, en mayor o menor medida, dentro de cada individuo. Esta pugna, esta tensión, contiene una energía que es la que, poco a poco, paso a paso, vivencia a viencia, va elevando nuestro nivel de conciencia, es decir, nos va haciendo más libres y más sabios, pese a que la evolución es lenta, pese a que a veces pueda parecer que hay retrocesos, y que incluso pueda parecere que el Hombre no cambia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario