La amapola es algo concreto, pero forma parte de algo más grande, empezando por el campo en el que nació, y no podemos comprender lo que es la amapola si no comprendemos el entorno del que forma parte.
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Es muy frecuente que centremos nuestra vida en conseguir un deseo concreto o en solucionar un problema concreto, pensando que si lo conseguimos dejaremos de sentir dolor y disfrutaremos de la alegría y del bienestar. Al centrarnos en lo concreto perdemos de vista lo completo, y así nopodemos comprender que ese deseo concreto y ese problema concreto forman parte de un todo más grandes, forman parte de lo completo. Al no comprender esto, todo, o casi todo lo que hacemos para conseguir lo concreto consistirá en algo miope, en algo artificial, en algo desarmónico, y por lo tanto será semilla de insatisfacción y de problemas, además, a lo que hacemos nosotros hay que añadirle lo desarmónico que hacen los demás.
Los resultados que obtendremos centrándonos en lo concreto pueden ser varios, los precios pagados y las consecuencias también, pero aunque consigamos lo deseado, la satisfacción durará solamente el poco tiempo que tarde en nacer otro deseo u otro problema, y entonces nos encontraremos con que al no comprender lo completo, al no comprender que todo está relacionado con todo y que todo depende de todo, tendremos pocas herramientas para afrontar las adversidades que se nos presenten.
Lo completo sólo se puede comprender mediante la serenidad, y para alcanzar la serenidad necesaria es preciso liberarse un tanto de la atención y de la energía que ponemos en conseguir lo concreto, es preciso liberarse de la creencia de que una vez hayamos conseguido el deseo concreto o solucionado el problema concreto nos liberaremos del dolor y nos sentiremos satisfechos, pues nuestra vida es algo más amplio que conseguir un deseo o solucionar un problema. Aunque es necesario vivir con los pies en el suelo, es preciso ver las cosas a vista de pájaro.
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