Nuestro ego, nuestra mente y nuestra inteligencia, tienen muchas astucias y habilidades para hallar justificaciones.
Cuando nos quedamos sin justificaciones, entonces nos vemos necesitados de aumentar nuestras capacidades, nuestra libertad y nuestra sabiduría, y como las necesitamos, acabamos por encontrarlas.
Desnudos de justificaciones nos serenamos, y así todo lo vemos más sencillo, más claro, más natural, más armónico.
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