Para Lao Tse, el Sabio y la sencillez están inseparablemente unidos. En el siguiente capítulo del Tao Te King nos presenta una descripción de los sabios en la que se ve que su sencillez es a la vez profundidad:
"Los antiguos maestros eran profundos y sutiles.
Su sabiduría era insondable.
no hay manera de describirla;
lo único que podemos describir es su apariencia.
Eran cautelosos
como quien cruza un arroyo helado;
alertas, como un guerrero en territorio enemigo;
atentos, como un huesped;
fluidos, como hielo derritiéndose;
moldeables; como un leño.
Receptivos, como un valle.
Claros, como un vaso de agua."
(Tao Te King. Cap. 15)
Aunque pretendamos vivir una vida sencilla, la sociedad y quienes nos rodean, nos presionan y nos perturban de mil maneras para que vivamos según viven ellos, lo cual nos lleva a tener que aprender a soportar esas presiones y perturbaciones, aunque a veces no nos resulte fácil mantener la calma. Por otra parte, cuando tomamos conciencia de las posibilidades de la sabiduría, y cuando en soledad y sencillez cultivamos nuestro mundo interior y obstenemos frutos sabrosos, nos resulta difícil no sentir tristeza y dolor ante muchos de los aspectos que nos rodean.
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