Después de lo más valorado por la sociedad y por el inteligente, vienen los demás aspectos que tienen peso en la vida de cada individuo: Otros placeres y satisfacciones, el amor, las creencias mágicas y religiosas, las creencias filosóficas, los idealismos, la moralidad, las artes y la cultura, las diversas evasiones. Y la mayoría de las veces en último lugar, la espiritualidad.
Para quienes lo primero no es lo dominante en la sociedad y en el inteligente, una vez logrado lo suficiente para la supervivencia, dedican la mayoría de sus tiempo y de sus energías a sus visiones minoritarias. De éstas minorías es de donde pueden surgir las alternativas a lo dominante y al poder de los inteligentes, aunque esas alternativas fracasan hasta que a alguna le llega su tiempo, un tiempo que nadie puede forzar ni acelerar.
Y entre las alternativas nos encontramos con tres opciones:
*Para unos lo más importante es hacer.
*Para otros lo más imprtante es ser.
*Y para unos pocos se trata de comprender y de hacer sin forzar.
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