En nuestro camino espiritual necesitamos caminar sobe dos pilares sólidos, así como tomar conciencia sobre su importancia:
*Un grado de resistencia frente al dolor y frente a la adversidad, pues si no fácilmente nos desviaremos por atajos falsos que ya conocemos o por otros nuevos.
*Un grado de estabilidad frente a los efectos desestibilizadores de la enorme cantidad de artificios existentes, pues si no fácilmente nos confundiremos y nos agitaremos.
Para conseguir resistencia y estabilidad existen multitud de estrategias, de formas de vida alternativa, tanto las que cada uno pueda descubrir, como las que se contienen en diversas creencias, como las que los terapeutas, o los vendedores de esperanzas nos ofrecen. Pero todo ésto, con frecuencia es fuente de confusión y de agitación, con lo cual lo más sólido y estabilizador es el grado de conciencia que cada cual adquiera por sí mismo sobre sus debilidades y sus desequilibrios, y de como éstos reducen su libertad y su flexibilidad.
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