La Naturaleza es la amorosa Madre que nos sustenta. Sin embargo, el Hombre no se ve como un hijo ni como parte de Ella, sino como un Rey que quiere someterla, y se cree con todos los derechos sobre Ella.
Sociedad, la necesitamos para sobrevivir, y así los demás nos ayudan y les ayudamos, y nacen naturalmene los afectos, los amores y las compasiones. Pero todo ésto al Hombre todavía no le resulta suficiente, pues anhela saciar sus muchos y complejos deseos, y para ello crea artificios, creencias, ilusiones, moralidades y leyes, pero a la vista de las frustraciones y de los conflictos, éstas creaciones no le resultan suficientes.
El Hombre evoluciona, y con las lecciones que aprende de las anteriores actitudes, creaciones y contradicciones, poco a poco se va abriendo paso en Él la luz de la conciencia.
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