Cuando el Hombre no acepta el fluir natural del Universo, recurre a la única opción que le queda:
Dominar ese flujo para conseguir lo deseado y evitar lo temido.
Pero ésta opción es siempre fuente de conflictos, pero a pesar de la destrucción y del dolor causado por los conflictos, el Hombre no quiere renunciar a sus deseos, con lo cual no le que queda más remedio que recurrir a la creación de todo tipo ideales de perfección humana, así como de mundos felices, justos, elevados, hermosos, amorosos....
Los resultados están a la vista de todos, aunque cada cual saca sus propias conclusiones, y esas conclusiones a algunos les llevan a buscar caminos orientados hacia la aceptación y la armonía con el flujo natural del Universo.
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