Éstas relaciones se dan cuando:
*Damos espontáneamente.
*Lo recibido nos resulta suficiente.
*¿Qué nos hace sentirnos espontáneos?
*Qué nos hace sentirnos saciados?
Cuenta más lo que comprendemos y aceptamos,
que lo que recibimos y tenemos,
pues sólo comprendiendo y aceptando,
llega, sin forzarlo, aquello que damos,
y aquello que nos hace sentirnos saciados.
Y así, de forma natural,
nace, crece y vuela la fraternidad.
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