Al no aceptar el flujo natural del Universo, el Ser Humano ha creado diversos artificios, y para ello ha recurrido a la ciencia, a la tecnología, a las pequeñas y grandes creencias, a las estrategias, a las culturas, a las filosofías.
La sociedad propone, y con frecuencia impone, todos los artificios, y cada individuo responde a su manera: A unos, el individuo recurre gustoso y esperanzado, rechaza los que le resultan dolorosos, y se ve obligado a usar otros. Pero todos ellos, en mayor o menor medida, le hacen vivir en contradicción consigo mismo, lo cual le causa dolor, le perturba y le desequilibra. Pero ni la sociedad, ni el individuo tienen plena conciencia de ésta dinámica, y se limitan a culpar de ciertos problemas, sólo a los que cada uno rechaza, o a los que no le han dado los placeres y satisfacciones que de ellos había esperado.
NOTA.- El grado de artificio que ha alcanzado nuestra sociedad, y el que todos vemos como normal, es tan alto, que no podemos escapar a él sólo con nuestra fuerza de voluntad. Sin embargo, tenemos la opción de aumentar la conciencia de como nos afectan los artificios, y de orientar nuestras vidas por sendas más naturales.
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