Nadie puede tener una autoestima satisfactoria y equilibradora, si antes no ha sido admirado, premiado y amado. Sólo tras serlo, puede mantener esa autoestima sobre la base de sus capacidades y de sus comprensiones.
La autoestima es una condición necesaria para tener un ego desarrollado y equilibrado.
Quien no tiene un ego desarrollado y equilibrado, siempre está dominado por los deseos y por los esfuerzos para ser admirado, premiado y amado, y por lo tanto, no podrá empezar a apagar su ego ni a liberarse de él.
Quien tiene un ego desarrollado y equilibrado, puede quedar atrapado en la vanidad y en los sentimientos y creencias de superioridad, pero si es consciente de las incapacidades de su ego para llenarle sus vacíos, también puede empezar a apagarlo y a liberarse de él, y eso le hará avanzar en su camino espiritual.