TENSIONES

 

                    Querer y no poder

   Esta es la gran tensión que se produce ante cualquier deseo que presenta dificultades para conseguirlo. La persona que tiene un deseo y que encuentra dificultades para conseguirlo a veces renuncia a él debido a esas dificultades.

  Ante estos abandonos surge el "pensamiento positivo" que dice: "Querer es poder". Sin embargo, este pensamiento se encuentra con que hay que hacer un gran esfuerzo, pues hay que poner mucha energía en el "querer", y esa energía a veces no se enuentra, produciéndose una fuerte tensión entre el deseo "positivo" y la realidad de las fuerzas de las que dispone el individuo. 

                 Virtudes y defectos

   A la hora de conseguir lo deseado, a veces se producen daños, dolor o sufrimiento, y debido a esto el Ser Humano se ha dotado de una moralidad que elogia y premia las virtudes y que condena y castiga los defectos. Ante esto, el individuo busca conseguir el premio y evitar el castigo, y eso le produce una tensión. Por otra parte, nuestras virtudes y nuestros defectos los determinan los demás en función de sus deseos, y asñi, virtudes son aquellas cosas que les producen placer y defectos son aquellas cosas que les producen dolor. El individuo moralista se encuentra con dos tensiones: Una es entre sus deseos de ser amado por sus virtudes y sus deseos de ser libre. La segunda es es entre su sentido de culpa y su deseo de ser libre. 

                     Alegrías y penas

   Las alegrías nacen como consecuencia de lo conseguido, de los premios recibidos y del amor que nos dan los demás. Las penas surgen de los fracasos, de los castigos, de no ser amados, de los precios pagados. Alegrías  y penas pueden venir de otras fuentes, pero se alternan sin que podamos controlarlas, y así al intentar estar siempre alegres  se producen tensiones en nuestro interior. 

                     Alas y lastres

   Para unos, las alas son las facilidades para conseguir lo deseado. Para otros, las alas son las libertades que consigue escapando de los precios que le exigen los demás o la vida. 

   Para unos los lastres son las dificultades para conseguir lo deseado. Para otros, los lastres son aquellos deseos de los que quiere liberarse, pero de los que aún no se ha liberado. 

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  Las tensiones (a las que a veces llamamos contradicciones)  ejercen sobre nosotros unas presiones orientadas a acabar con ellas. Unos creen que la forma de acabar con sus tensiones es conseguir lo deseado: Que las virtudes venzan a los defectos, las alegrías a las penas, las alas a los lastres, y luchan de maneras diferentes para conseguir estas victorias, y unas veces tienen éxito y otras fracasan. 

   Otros optan por escapar al poder de los deseos, de las virtudes, de las alegrías, buscando la manera de que sus alas les permitan volar libremente al ritmo del flujo natural de las cosas. 

   Sea cual sea el camino seguido, a todos las tensiones les elevan su nivel de conciencia, pero hay diferencias en el precio pagado y hecho pagar a los demás, las cuales dejo al criterio del lector.