Con las raíces en la Tierra
y con el impulso de su esencia,
las plantas y las montañas
se elevan buscando al Cielo.
Sometiendo a la Tierra,
a las montañas y a las plantas
que sobre ella se sustentan,
el Hombre busca sus sueños.
Lo que busca, cada cual encuentra.
Pero el soñador,
aunque ninguna ilusión le llena,
en soñar, con firme afán se empeña.
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