A la hora de nuestro vivir cotidiano se nos presentan los siguientes problemas para que nuestra vida no sea ni un drama ni una tragedia, y para poder vivir alegre y libremente:
*Conocer lo sabio.- Sin conocer lo sabio no hay manera de evitar los problemas, el dolor y el sufrimiento. Quien cree que lo más importante es conseguir lo deseado, sólo se interesa por el conocimiento que necesita para conseguirlo, con lo cual su visión no es global, y eso dificulta mucho conocer lo sabio.
¿Puede o no puede liberarse de esa creencia?
*Hacer lo sabio.- Quien conoce lo sabio para cada situación se encuentra con resistencias interiores a la hora de hacer lo adecuado.
¿Puede o no puede vencer esas resistencias?
Quien no puede se justifica de mil maneras.
¿Son reales los obstáculos que ha encontrado?
¿Podía o no podía afrontarlos y liberarse de ellos?
¿Podía o no podía hacer lo que la situación requería?
Nunca podemos estar seguros de las respuestas, sólo nos queda ahondar en las comprensiones, sólo ellas tienen la fuerza suficiente como para poder vivir de acuerdo con lo sabio.
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