A la vez y siempre,
madres e hijas,
eslabones esenciales
que alientan, renuevan,
y perpetúan la vida.
¡Qué gran poder!
¡Y sin someter
a nada ni a nadie!.
Del pasado,
mensajeras.
En el presente,
desarrollan sus potencias.
Al futuro,
sus frutos le legan.
Semillas del Cielo en la Tierra,
semillas de la conciencia,
dejando siempre su huella,
por el flujo natural
en armonía navegan.
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