Nacemos con un cuerpo concreto, con un cerebro concreto, con unos genes concretos.
Nacemos con mayores o menores capacidades para la supervivencia.
Nacemos con un nivel de conciencia concreto, y con unos potenciales concretos.
A partir de nuestro nacimiento se nos van presentando unas situaciones concretas, y ante cada una de ellas tenemos unas facilidades y unas dificultades concretas.
Sobre las bases de todo lo anterior, vamos tomando unas decisiones u otras, y obteniendo unos resultados u otros, y vamos sacando unas conclusiones, adoptando unas visiones, unas creencias.
Y vamos creciendo, vamos madurando, vamos aumentando nuestra conciencia del mundo, de nosotros mismos, de las situaciones que vivimos, y dentro del flujo de la vida van surgiendo y evolucionando nuestras opciones de vida.
Podemos preguntarnos por las diferentes causas de todos los aspectos de nuestra vida y de nuestras opciones, pero siempre llegaremos al misterio. Sin embargo, siempre tenemos nuestras intuiciones y la conciencia.
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