El amor es a veces la única manera de que el Hombre consiga lo que necesita para su supervivencia. A veces el amor es de gran ayuda para conseguir otros deseos. Sentir amor, darlo y recibirlo, es fuente de grandes placeres y satisfacciones, y así el amor se refuerza, y la Humanidad tiene una sólida base para su supervivencia y el individuo una fuente de ayuda, de placeres y de satisfacciones. Pero para recibir amor hay que dar algo a cambio, y eso reduce la libertad.
La libertad es fuente de posibilidades. Entre esas posibilidades están el desarrollo de los propios potenciales naturales, el poder vivir conforme a la propia visión de la vida, y también están las posibilidades de reducir las necesidades y los deseos, y en algunos casos de ser autosuficientes y de liberarse de los deseos. Pero para ser libres hay que renunciar a recibir una parte de amor, pues se nos ama por lo que damos, no por lo libres que somos.
La capacidad para amar, está en quien tiene necesidades y deseos, y en quien es libre, y cada uno la manifiesta a su manera, pero en ambos casos sirve como base fundamental para ayudar a los además, y ambos ayudan. Todo el mundo aprecia la libertad, unos para conseguir lo deseado, otros para liberarse de los deseos. Lo que decide el uso del amor y de la libertad es la pugna entre las ilusiones y la conciencia.
Los daños y el dolor que el Hombre causa a sus semejantes, son debidos tanto a una escasez de amor como de libertad. Esa escasez se debe a un fuerte dominio de las ilusiones sobre la conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario