Unas veces en grupo, otras veces en soledad, el Hombre siempre es él mismo y sus relaciones con lo que le rodea.
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¿Qué es el Hombre? Ésta pregunta tiene las respuestas que nos da la ciencia, las que nos dan las diferentes creencias, y las diferentes tradiciones espirituales, y están las diferentes visiones que cada individuo tiene del Hombre y de sí mismo. Que haya tantas respuestas y tantas visiones, también nos sirve para ver lo que es el Hombre.
Una de esas visiones consiste en que el individuo se ve como un ser único y separado de los demás seres vivos, incluído el propio Hombre, y nunca como un igual a otros seres, aunque se siente inferior a los seres sobrenaturales, a los héroes, a los santos y a los sabios. Ésta visión suele ir acompañada de una visión en que el mundo le resulta un lugar extraño, ajeno.
Existe también una visión muy extendida, la cual consiste en que el individuo se ve a sí mismo como un ser situado entre el Cielo y la Tierra, pero ésta visión le lleva a verse como si fuera el objetivo de una lucha entre el Cielo y la Tierra por controlar su vida. Ésta visión, aparece sobre todo cuando el individuo ve sus propias contradicciones, cuando tiene luchas internas, y cuando está sometido a tensiones.
En cuanto a las relaciones del Hombre con lo que le rodea, éstas han sido diferentes a lo largo de la historia. En las relaciones que el Hombre mantiene con los seres vivos, se observan cuatro actitudes: Las amorosas y compasivas. Las de utilizarlos en su propio provecho. Las de verlos como a rivales y como a enemigos. Las de respetar su naturaleza. Éstas actitudes, en principio se deben a diversas creencias, pero, a mi entender, las creencias están determinadas por los niveles de conciencia.
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