A la hora de conseguir lo deseado y de evitar lo temido, no hay caminos anchos, sino sendas estrechas.
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*Continuamente estamos pensando y haciendo cosas para conseguir lo deseado y para evitar lo temido.
*Por lo que pensamos y hacemos conseguimos unos placeres y pagamos unos precios. De unos somos conscientes, pero muchas veces no vemos la relación entre lo que sentimos y lo que hemos pensado, y lo que hemos hecho para conseguir lo deseado y para evitar lo temido.
*Cuando fracasamos a la hora de conseguir lo deseado o de evitar lo temido, surgen en nosotros unos pensamientos y unos sentimientos, la mayoría de los cuales se acaban o cambian con el tiempo, pero somos poco conscientes de por qué y como se han acabado o han cambiado. ¿Somos conscientes de cuales cambian poco, de cuales permanecen durante largo tiempo, o todavía no se han acabado?
*Cuando triunfamos a la hora de conseguir lo deseado o de evitar lo temido, surgen en nosotros unos pensamientos y unos sentimientos diferentes a los que surgen cuando fracasamos, pero la dinámica es la misma que cuando fracasamos.
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