Cuando las plantas son respetadas, son generosas dando flores y frutos.
A quien tiene pocos deseos, le resulta fácil y sencillo ser respetuoso y generoso, incluso muchas veces lo es espontáneamente.
A quien tiene pocos deseos, le resulta fácil y sencillo tener suficiente con el respeto y con la generosidad de los demás.
Cuando aumentan los deseos, surgen y aumentan las complejidades en forma de estrategias, de exigencias, de derechos, de obligaciones, de moralidades, de leyes, de premios, de castigos, de culpas y de justificaciones.
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