*A la conciencia la duermen las ilusiones y la despiertan las realidades.
*Al ego lo duermen las comprensiones y lo despiertan las luchas y las rivalidades.
*Dormidos nos guían las excitadas creencias,
despiertos nos guían las albas claras
y las serenas soledades.
*El que se cree triunfador y el que se cree bueno, acusan de estar dormidos, al fracasado y al malo.
*Los acusados culpan de sus problemas a sus acusadores y se defiende de ellos.
*Quien está despierto no acusa, no culpa, no se defiende, y así mantiene los ojos bien abiertos.
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