Cuando somos autosuficientes, y lo conseguido nos resulta suficiente.
Cuando colaboramos gustosamente con los demás para conseguir lo necesario.
Cuando damos llevados solamente de la espontaneidad y no pedimos nada a cambio.
Aunque ésto nos parezca una utopía, en realidad es una dificultad, un camino que nos queda por andar.
Como realmente nadie sabe como vencer las anteriores dificultades, ni como andar el camino que nos queda por andar, surgen las diferentes creencias, los diferentes medios y métodos, los diferentes tipos de salvadores, y los diferentes tipos de vendedores de esperanzas y de ilusiones.
Así, cada cual, en realidad sólo se tiene a sí mismo, al Universo y a la conciencia.
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