La adoración que el Hombre siente por todo aquello que, según Él, le hace superior a los demás seres vivos, le ha llevado a convertir todos sus conocimientos en creencias altamente artificiales y complejas.
Frente a ésto, la sencillez, la serenidad, la libertad y la sabiduría, consisten en que cada cual descubra por sí mismo sus propios territorios de exploración y las puertas de su receptividad.
Aunque los demás pueden darnos conocimientos y enseñarnos a adquirlos, nadie puede enseñarnos a ser sencillos, a estar serenos, ni a ser más amorosos, más libres y más sabios. Los verdaderos sabios sólo nos muestran dos cosas:
*Caminos para que caminemos por ellos en busca de nuestra verdadera naturaleza.
*Puertas receptivas para que aprendamos a abrirlas.
Como no soy sabio, sólo puedo mostrar mis reflexiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario