martes, 24 de marzo de 2020

OBLIGACIONES Y RENUNCIAS LIBRES


  A simple vista el título parece contradictorio, pero ahora veremos que no es así. 

   Cuando los demás, debido a sus intereses o a sus creencias nos presionan o nos fuerzan a hacer algo que no queremos hacer, todos entendemos que se nos está robando libertad, que estamos siendo oprimidos, que estamos sufriendo abusos. Todos creemos firmemente que para ser libres nadie nos tiene que presionar o forzar a hacer lo que no queremos. 

      ¿Pero es esto así en todas las situaciones?

¿Qué pasa con nuestra libertad cuando de lo que se trata es de cosas que estamos obligados a hacer en defensa del bien común? 

  Este es el caso en el que ahora estamos debido a la pandemia del covid-19 o corona virus. En este caso conviene que entendamos las enormes diferencias que existen entre el hecho de que se nos obligue a hacer algo por parte de quienes sólo piensan en sus intereses y en sus creencias, y el hecho de hacer algo en beneficio de una necesidad común del conjunto de la sociedad. 

  *En primer lugar está el hecho de que todo aquello a lo que nos vemos obligados a renunciar o a hacer, no es solamente en beneficio de los demás, sino también en nuestro propio beneficio. Creo que esto es algo obvio y fácil de entender.

  *En segundo lugar, aquello a lo que estamos obligados a renunciar nos lleva a despertar valores internos muy profundos, muy elevados, muy auténticos, como son la compasión, el amor, la solidaridad. En esta situación, todo lo que estamos haciendo implica una fidelidad a aspectos auténticos de nuestra naturaleza humana, es decir, a aspectos inocentes, sin segundas intenciones. 

  En la sabiduría tradicional de la India se dice que si te encuentras en el camino a un hombre herido por una flecha, no te preguntes quien se la ha disparado ni por qué razones, dedícate solamente a curarle. Esta es la situación en la que ahora estamos, con el añadido de que cualquiera de nosotros puede ser el herido por la flecha. Es decir, estamos más necesitados de las honduras y elevaciones de nuestra naturaleza humana que de razones y de argumentos. 

  Cuando miramos en nuestro interior y descubrimos aspectos que constituyen componentes tan fundamentales de nuestra naturaleza humana como son la compasión y el amor, o bien cuando miramos a nuestro alrededor y comprendemos realmente la importancia de la situación excepcional por la que estamos pasando, comportarse de acuerdo con lo que hemos comprendido es un ACTO DE PLENA LIBERTAD, pues no hay mayor libertad que ser fieles a nosotros mismos. 

   Las obligaciones que las autoridades están imponiendo no son para quienes tienen este concepto de la libertad, son para los que confunden la libertad con sus propios deseos personas por más que los disfracen hablando de derechos y libertades, y además, no les importan nada las consecuencias de lo que hacen para conseguir lo que desean o para imponer lo que creen. 

   Los poderosos ejercen fácilmente su poder sobre aquellos que entienden que la libertad es poder conseguir lo deseado, pues estos nunca tienen suficiente y por eso aceptan las condiciones que les imponen los poderosos. Los poderosos no pueden seducir, no pueden convencer, no pueden engañar, a quienes entienden que la verdadera libertad consiste en ser fieles a los aspectos más elevados y más profundos de la propia naturaleza humana.   

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