martes, 17 de marzo de 2020

LA LIBERTAD COMO IMPULSO Y COMO POSIBILIDAD



  Existe un viejo refrán que dice: "El buey suelto bien se lame". Como no dispongo de la foto de un buey, he puesto un jilguero comiendo en la hierba bajo la luz del sol de la mañana. 

       La libertad es alada, bella, fuente de sabiduría, de plenitud y de armonía, pero también es tan frágil como las alas de una mariposa.




   Además de todo lo que se ha dicho y pensado por el Hombre sobre la libertad, la libertad es también un impulso natural del Ser Humano. En tanto que impulso, la libertad sirve como energía para lo siguiente: 

   *Para conseguir necesidades y deseos. 

   *Para poder desarrollar los potenciales naturales.

  *Para evitar daños producidos por nuestros semejante.

   *Para poder explorar en cualquier campo del conocimiento. 

   *Para poder andar por cualquier camino de comprensión.

   *Para cultivar nuestra soledad, para llenarla de plenitudes y de sabiduría.

   *Para poder compartir lo que conocemos y lo que hemos cultivado. 

  *Para facilitar nuestro camino espiritual. 

  Todas las cosas para las que nos sirve el impulso de la libertad tiene para cada uno de nosotros un valor diferente, y en función de ese valor así utilizamos la energía del impulso de la libertad. Puesto que estamos hablando de libertad, cada cual ha de tener libertad para utilizar la energía de su impulso como mejor le parzca, pero también ha de tener la sabiduría necesaria para saber las diferentes consecuencia y contradicciones que tiene que cada uno de sus usos. 

   La libertad tiene sólo dos amigas y aliadas: La soledad y la búsqueda de la sabiduría. Las creencias, los ideales, las esperanzas, las ilusiones y las moralidades la llevan siempre al callejón sin salida de las contradicciones imposibles de resolver, o a convertirla en un instrumento de poder y de ambición. 

Renunciar a la libertad.

  Hay una libertad a la que renunciamos voluntariamente en beneficio del bien común. En estos momentos tenemos el ejemplo del confinamiento en nuestras casas debido a la actual pandemia. 

   Hay una libertad a la que renunciamos voluntariamente llevados por la compasión y por el amor a los demás. 

   Quien es consciente de esto y lo acepta, se mantiene libre interiormente. 

Perder la libertad.

  Hay una libertad que perdemos para poder conseguir lo necesario para nuestra supervivencia. 
Y hay una libertad que perdemos cuando usamos la libertad solamente como herramienta, como posibilidad, para conseguir aquello que no necesitamos. 

  Hay una libertad que nos roban, con engaños o a la fuerza, aquellos que han perdido la suya para conseguir sus ambiciones y su poder. 

  Quien es consciente de esto puede liberarse. Quien no lo es, se convierte en el mayor esclavo. 
  

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