lunes, 7 de octubre de 2019

EQUIVOCARSE


  -¿Y si estuvieras equivocado profesor, qué harías? -Preguntó una alumna. 

   -Las veces que he creído que estaba equivocado, he acabado por rectificar, eso sí, después de vencer muchas resistencias interiores, pues cuando las viejas creencias se ven amenazadas se resisten mucho a que las eliminemos. -Contestó el viejo profesor. 

 -Pero, ¿te has imaginado alguna vez que pudieras estar equivocado en tus creencias aunque todo te indique que estás en lo cierto? 
  -Preguntó con mucha agudeza la misma alumna. 

  -Esta pregunta no me resulta fácil de contestar y tendrás que tener un poco de paciencia y estar muy atenta. Verás, cuando algo lo comprendemos en su totalidad deja de ser una creencia y se convierte en algo incuestionable, en algo a lo que llamamos real o realidad, ¿pero cuántas cosas hay así?. Han sido muchas las cosas que durante un tiempo se dieron por reales pero vino alguien y demostró que no era así (como por ejemplo Copérnico demostrando que era la tierra la que giraba en torno al Sol, y no al revés como se había creído durante los siglos anteriores). Por eso, lo que vemos como realidad muchas veces es sólo una creencia, de tal manera que casi todo son creencias. -Dijo el viejo profesor e hizo una pausa para que sus palabras fueran bien comprendida, y al cabo de un momento continuó:

  -Si nos fijamos en las grandes creencias, vemos que están muy bien argumentadas, muy bien elaboradas, de tal manera que muchas de esas creencias tienen mucha antigüedad y cientos de millones de seguidores, e incluso más de mil millones, como alguna de las grandes religiones. Otras grandes creencias no tienen tantos seguidores, pero tienen miles de años de antigüedad, lo cual significa que han tenido que pasar y superar muchas pruebas antes de llegar a la actualidad. Yo me oriento por una de esas grandes creencias, y no me sirve de doctrina, sino de mapa, se trata del taoísmo, el cual tiene más de 2.600 años de existencia y al cual llegué después de tener otras creencias y llegué cuando abandoné esas creencias porque no se correspondían con la realidad que veía. ¿Puede estar equivocado el taoísmo? ¿Pueden estar equivocados al menos algunos de sus conceptos? ¿Puede estar equivocada mi visión sobre el taoísmo? ¿Puede estar equivocada una parte de mi visión sobre el taoísmo? Puede que sí, pero para mí esa no es la cuestión, para mí la cuestión es que mientras mi visión sobre el taoísmo no entre en clara contradicción con lo que observo en mi interior, en el Universo, en la Naturaleza y en el Ser Humano, yo seguiré teniendo al taoísmo como orientación y mapa para mi vida, e imagino que eso les sucede a quienes siguen otras de las grandes creencias que ha elaborado la Humanidad, o cualquier otra creencia. -Dijo el viejo profesor. 

  -¿Podrías decirnos en qué consiste equivocarse? -Preguntó la misma alumna. 

  -A veces se equivocan la mente y las emociones, se equivocan en sus caminos y en los medios que usan para conseguir lo que desean o para resolver algún problema. Pero también tenemos a la conciencia, la cual conoce siempre cual es la realidad. Cuando escuchamos a la conciencia sin las interferencias, sin las perturbaciones, de nuestros deseos, de nuestras emociones, de nuestros pensamientos y creencias, es entonces cuando estamos lo más cerca de la realidad que podremos estar nunca. Cuando se elimina toda interferencia surge la realidad, el Despertar, la Iluminación, la Sabiduría, la Armonía, y con ello mueren las creencias, y si no hay creencias tampoco podemos equivocarnos.
  -Contestó el viejo profesor.

  -Pero eso es un camino muy largo y muy difícil. -Dijo la misma alumna. 

  -Efectivamente, pero hay un camino asequible para cualquiera, y es escuchar todo lo que sea posible a la propia conciencia y hacerle caso, y no dejar que sean otras voces las que guíen nuestra vida, pues escuchar a esas otras voces siempre es una equivocación.
  -Concluyó el viejo profesor. 

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