viernes, 25 de octubre de 2019
EL CUENTO DE LOS COLORES
-¿De qué va hoy el cuento? -Preguntó una alumna.
-Hoy va de colores y de confusión. -Contestó el viejo profesor, el cual, acto seguido empezó a narrar el cuento:
"Había un vez en un reino feudal, un joven rey recién subido al trono tras la muerte de su padre. De lo primero que fue consciente el nuevo rey fue de la gran confusión que reinaba en su reino, y que esa confusión causaba una gran cantidad de problemas. De esta manera decidió emprender una obra reformadora, y para ello empezó por aprobar la que fue conocida como "La Ley de los Colores", la cual obligaba a cada grupo social a usar ropa de un color determinado y también a pintar su casa de ese mismo color.
Para los poderosos se escogió el color dorado, el color del oro, para que así pudieran expresar su vanidad por sus riquezas y por su poder, y también para que así fueran envidiados o incluso odiados por ello de una forma más clara que antes.
Para los ambiciosos, para esos que habían conseguido ciertos éxitos, o para aquellos que luchaban por ellos pero que aún no habían alcanzado el grado de los poderosos, se eligió el color verde, para simbolizar la esperanza de los ambiciosos en llegar un día a ser poderosos.
Para los mediocres, es decir, para esos que rechazaban lo sencillo por considerarlo inferior y vulgar, para esos que no tenían las capacidades de llegar a ser poderosos ni la energía ni la inteligencia de los ambiciosos, para ellos el color que se escogió fue el color gris.
Para los que poseían grandeza, para esos que dedicaban sus energías y sus propósitos a liberar y a facilitar sabiduría y herramientas para que la gente sencilla aprendiera a liberarse y a brillar con luz propia, para ellos escogió el azul del cielo, del mar, del horizonte.
Y para la gente sencilla, para esos que no querían esclavizarse a lo que estaban esclavizados los poderosos, los ambiciosos y los mediocres, para esos que en la sencillez buscaban la libertad, los afectos y el conocimiento, para ellos se escogió el color blanco.
Los dos últimos grupos lo aceptaron sin resistencias y sin entusiasmos, pues para ellos eso no cambiaba nada, ellos ya sabían distinguir a los otros tres grupos sin necesidad de colores. Pero los tres primeros grupos sociales protestaron, no tanto por los colores asignados, sino porque eso significaba un aumento del poder del rey y también significaba que ahora podrían disfrazar peor sus intenciones y creían que con menos confusión les resultaría más difícil conseguir sus propósitos. Pero lo aceptaron, y como la ley sólo hablaba de la ropa y de las casas, en los demás aspectos los tres primeros grupos recurrieron a diversos colores para disfrazarse y ocultarse. Y fue de notar, sobre todo como los mediocres recurrieron a todos los tonos del gris, como recurrieron a crear diferentes modas en el vestir, como recurrieron a diferentes adornos, a teñirse el pelo..., todo con tal de no parecer lo que eran, porque lo realmente eran era despreciado por todos los sectores sociales, y eso pese a que los poderosos y los ambiciosos los utilizaban continuamente como ayudantes, y ellos se prestaban a ello con la esperanza de ascender en el escalafón, pero el tribunal que decidía quien podía subir de escalafón era muy estricto y eran poquísimos los mediocres que pasaban al rango de los ambiciosos. Y así, cuando llegaban viajeros de otros países, lo primero que les llamaba la atención era el enorme dominio del color gris.
Pasaron los siglos y llegó la época de las revoluciones, y en el "País Gris" también hubo una, dirigida por los ambiciosos contra los poderosos y contra el rey, y que tuvo como principal apoyo a los mediocres, y cuando se proclamó la república, la primera ley que se aprobó fue la de abolir la "Ley de los colores".
Pero aunque se abolió esa ley, y los nuevos poderosos fueron los ambiciosos que dirigieron la revolución, y pese a que las leyes establecieron los principios democráticos, estos cinco grupos sociales siguieron existiendo en la práctica, eso así, ahora había más confusión, y sólo durante los carnavales la gente vestía de gris. Tuvieron que pasar muchos años para que esto se olvidara y el gris pasara a ser un color más."
-¿Cómo crees que reaccionaría hoy la gente una ley sobre los colores? -Preguntó una alumna.
-Como estamos en democracia no podría ser impuesta pues eso sería visto como una discriminación, por lo tanto tendría que ser voluntaria, pero yo pienso que nadie escogería el color gris, pues el mediocre nunca es uno mismo, siempre es el otro. -Contestó el viejo profesor.
-¿Quien crees que escogería cada color? -Preguntó la misma alumna.
-Lo único que puedo decirte es que la gente con grandeza y la gente sencilla no tendría ningún problema en escoger el azul y el blanco, y que ninguno de ellos escogería otro color. Pero en cuanto a los demás, la mayoría de la gente escogería cualquier color, eso sí, nadie escogería el color gris, con lo cual, el país en el que eso ocurriera pasaría a ser conocido como "El País donde no existe el color gris." -Concluyó el viejo profesor.
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