sábado, 12 de octubre de 2019

COMPRENSIÓN Y ENERGÍA


  -La vida es movimiento. El movimiento consume energía. El consumo de energía requiere reposo. El reposo produce serenidad. 

   El movimiento permite conseguir lo deseado, cuando se consigue lo deseado la satisfacción conseguida hace que durante un tiempo no se desee nada más y esto también produce serenidad. -Así se explicaba el viejo profesor antes sus alumnos, y tras una pausa continuó: 

  -La serenidad produce comprensión profunda, sabiduría. Cuando se comprende se produce una tensión interna entre lo comprendido y muchas de nuestras emociones, de nuestras creencias, de nuestros deseos. Cuando lo comprendido no se corresponde con los valores y las normas de la sociedad nos produce una tensión.-Y tras otra pausa, el viejo profesor continuó: 

  -Estas tensiones son energías, y toda energía tiene el poder de la transformación de nuestro interior, de elevar nuestra conciencia, el poder de hacer posible que podamos vivir de acuerdo con lo comprendido. -Dijo el viejo profesor y dejó a los alumnos que intervinieran. 

  -El movimiento podemos controlarlo, pero yo creo que nadie puede controlar su serenidad. -Dijo una alumna. 

  -En realidad, tampoco se puede controlar el movimiento, pues cuando tenemos suficiente energía nos vemos fuertemente impulsados al movimiento, y de eso vosotros sabéis mucho más que yo, ¿o acaso hay algo que os mantenga quietos cuando sentís la fuerza de la energía dentro de vosotros? De esta manera, movimiento y serenidad se alternan sin que realmente tengamos control ninguno de ellos. -Dijo el viejo profesor. 

  -Sino tenemos realmente ningún control, ¿qué podemos hacer? 
  -Preguntó la misma alumna.

  -Adaptarse al ir y venir del movimiento y de la calma, y aprovechar el movimiento para vivir, para tener experiencias, para sentir emociones, y aprovechar la serenidad para comprender, pues ya sabéis que toda comprensión produce una tensión y que toda tensión produce una transformación. -Contestó el viejo profesor.

 -¿Podemos controlar nuestra vida? -Preguntó otro alumno. 

  -La mayoría de la gente cree que vive su propia vida, una vida sólo limitada por sus propias capacidades y por los límites que le pone la sociedad y la Naturaleza. Pero nacemos con un nivel de conciencia y vivimos sometidos al ritmo del Tao, aceptarlo y adaptarse a él es armonía, es libertad. Hay quien cree que la libertad es poder vivir según sus deseos y creencias, y así se ata a sus deseos y a sus creencias, y crea mundos artificiales, mundos de conflictos y de las consecuencias de esos conflictos. -Dijo el viejo profesor. 

  -Pero esto, profesor, es una creencia, tu creencia, no una verdad incuestionable. -Objetó el mismo alumno. 

  -Efectivamente, pero fíjate en lo siguiente: Mi creencias es también una herramienta, un medio, pues ha hecho que tu reflexiones, ha hecho que no aceptes o que dudes de mi verdad y así busques tu propia verdad, tus propias respuestas, por lo tanto me siento satisfecho, pues lo importante es que busquéis por vosotros mismos, que uséis vuestra libertad y vuestra conciencia para ello, el tiempo os irá mostrando los frutos armónicos y liberadores de vuestra actitud exploradora y libre. -Concluyó el viejo profesor. 

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