jueves, 5 de enero de 2017
LAS DOS COTORRAS
Una cotorra se encontró un trozo de fruta, lo recogió del suelo y se subió a un árbol para comérselo en paz. Otra cotorra que la vio se le acercó esperando ser invitada. Pero la primera cotorra siguió comiendo sin invitarla.
En vista de esto, la segunda compañera pidió con cortesía ser invitada, pero la primera cotorra se negó, ante lo cual la segunda cotorra empezó a acusarle de egoísta, de mala amiga, de hipócrita y de ingrata, y la primera le contestó acusándola de ser una chantajista y una vaga, diciéndole que prefería ser invitada antes que buscar por sí misma la comida.
De las palabras pasaron a los gritos y de los gritos a la pelea con los picos y las patas, hasta que al final, la más fuerte de las dos se quedó con el trozo de fruta que aún quedaba.
Un gorrioncillo lo había observado todo y voló a contárselo a su abuelo. Tras explicarle con todo detalle lo sucedido, le preguntó:
-¿Tú qué opinas abuelo?, ¿Cuál de las dos cotorras actuó bien, cuál actuó mal?
-Esa no es la cuestión hijito, esa no es la cuestión.
-¿Entonces cuales la cuestión, abuelo?
-Si las cotorras vivieran en una sociedad comunal, todas contribuirían según sus posibilidades para conseguir la comida, y a ninguna le faltaría nunca lo suficiente, o bien les faltaría a todas si se dieran épocas de mucha escasez.
-¿Y eso que tiene que ver? -preguntó el gorrioncillo cortando la explicación de su abuelo.
-Tiene que ver con que si las dos cotorras hubieran tenido comida suficiente, la segunda no hubiera pedido ser invitada, y la primera hubiera compartido voluntariamente con todas las demás. ¿Entiendes hijito?
-Sí, claro, visto así...
-Pero hay otra opción: Si cada cotorra fuera autosuficiente a la hora de conseguir su propia comida, la primera cotorra no se hubiera aislado para comer, y la segunda no hubiera ido a ser invitada, y eso hubiera evitado la pelea y que la más fuerte se quedara con todo.
-No sé si tienes razón, abuelo, pero das mucho en qué pensar. ¿Algo más?
-Sí, que esto último también es aplicable a todo lo relacionado con las dependencias emocionales y con la autosuficiente emocional.
El gorrioncillo demostró ser digno de su sabio abuelo, y tras pensar un rato le preguntó:
-¿Seguirían esta lógica los humanos?
-Algunos sí, pero a la mayoría los puede la ambición o nunca están satisfechos con lo que tienen. Por eso hijito, yo sólo he aprendido de ellos lo que es necesario evitar.
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