sábado, 28 de enero de 2017

ENSEÑANZAS LIBERADORAS


     Para aprender, todos necesitamos ser humildes como un gorrión, pues sólo así podremos ser conscientes de lo escasa que es nuestra sabiduría.
Después necesitamos valorar la libertad y la sabiduría.


  Si observamos el comportamiento de los demás, la única enseñanza liberadora consiste en aprender a no  hacer lo que ellos hacen. En unos casos, porque el comportamiento de los demás es erróneo, en el caso de aquellos cuyo comportamiento admiramos, por la admiración y la imitación nos hace dependientes de ellos y no aprendemos a desarrollar lo que realmente somos.


  Si observamos lo que los demás piensan y dicen, ya sea lo que está escrito o lo que oímos, la única enseñanza liberadora que nos ofrecen es aquella que nos descubre lo que nosotros llevamos dentro. De nuevo, la admiración nos hace dependientes de ellos y nos impide desarrollar lo que realmente somos. 


  Si observamos cualquier creencia, seguirla es renunciar a nuestra libertad interior, y es condenarse a una visión incompleta, estrecha, miope, y a veces fanática.


 Luchar contra una creencia, condenarlas o criticarla, nos ata a esa creencia. 


 Ver el conjunto de las creencias y como se relacionan entre ellas, nos permite tener una visión panorámica del Hombre y de las cosas, y nos permite también liberarnos del ensimismamiento de nuestra propia visión del mundo.


  Si observamos al Universo y a la Naturaleza y lo reflejamos en nuestra conciencia, estaremos aprendiendo a liberarnos.

   Todas las demás enseñanzas sólo nos enseñan a conseguir lo que deseamos, pero eso se convierte en una prisión.


    

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