Ante los diferentes tipos de contaminación, ante el cambio climático y ante la destrucción medioambiental, los movimientos ecologistas y la opinión pública honesta e interesada en el medio ambiente, condenan a quienes niegan el cambio climático, a quien no hacen nada para impedirlo y las empresas que más destruyen y contaminan.
Pese a la razón de todas estas acusaciones, estas acusaciones morales impiden al conjunto de la sociedad ser conscientes de cuales son las causas reales de la destrucción medioambiental: Estas causas son dos:
* Aunque el crecimiento demográfico se está ralentizando en todas partes, la población mundial sigue creciendo y se prevé que lo siga haciendo en el futuro.
* El objetivo prioritario de todas las capas de las diferentes sociedades mundiales es aumentar la posesión y el consumo de bienes materiales y de todo tipo de ocio.
Estos dos aspectos combinados hacen que cada vez se necesite más energía y más materias primas, y son estos consumos los que causan la destrucción medioambiental.
Sin los principales debates de nuestra sociedad no son estos, sino que lo que se debate principalmente es como conseguir producir más riqueza y como repartirla. La defensa de una mayor producción de riqueza por parte de unos, y la defensa de una distribución más equitativa por parte de otros, hace que el problema medioambiental quede muy segundo término, mostrando así la actitud suicida del Hombre actual, una actitud que se oculta detrás de conceptos como progreso y moralidad.
Otro debate es torno a las energías. Los intereses de las empresas energéticas entienden que la existencia de grandes cantidades de petróleo, de carbón y de gas, son una buena fuente de negocio, y usando su poder político imponen el consumo de grandes cantidades de estos combustibles, que son los principales causantes del cambio climático, los más contaminan y los que más matan.
El pensamiento ecologista y el de la opinión pública honesta en estos temas, es que hay que buscar energías limpias. Producto de esta presión son tres grandes consecuencias:
* Se están produciendo cada vez más cantidades de energías limpias, y su porcentaje en el total de las energías es cada vez mayor.
* El debate en torno a las energías limpias hace que se olvide el debate acerca de las dos grandes causas de la destrucción medioambiental.
* La creciente producción de energías limpias hace que la energía no sea tan cara como sería si estas energías no existieran, lo cual facilita la producción barata de bienes materiales y de servicios de ocio, posibilitando que esta producción siga aumentando y por lo tanto siga aumentando la destrucción medioambiental.
Como no se debate acerca de las verdaderas causas de la destrucción medioambiental, todas las soluciones que se propugnan y las que se ponen en práctica, lo único que consiguen es reducir el ritmo de la destrucción, pero dejan intactas las causas y no buscan modelos armónicos de relación del Hombre con la Naturaleza.
Ante esto, el planeta se regulará a sí mismo, (cosa que ya está haciendo en estos momentos), matando a un número creciente de personas por hambre, por pobreza, por falta de asistencia sanitaria, por enfermedades producidas por el cambio climático, por los llamados "desastres desastres naturales".
Además, también aumentarán las muertes producidas por ese afán de poseer y de consumir más bienes materiales y más ocio: enfermedades y accidentes laborales, accidentes de tráficos, conflictos armados, actividades delictivas.
Este afán desequilibra profundamente al Hombre, y le lleva a consumir infinidad de productos tóxicos para su salud, productos que producen ya millones de muertes al año, además también lleva a muchas personas al suicidio.
La compasión y los valores morales tienen su función positiva en las relaciones sociales, pero hoy día su visión es muy miope y están impidiendo que surja una actitud capaz de acabar con la destrucción medioambiental y crear un nuevo modelo de relaciones con la Naturaleza, están impidiendo que florezca un nuevo tipo de conciencia.
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