domingo, 24 de mayo de 2020
LAS DOS CARAS DE LA SOLEDAD
Aunque vivamos solos, en nuestra vida cotidiana siempr aparece alguien a quien consideramos como compañía agradable y amorosa.
Pero hay una parte de nosotros que siempre se siente sola. Y hay otra parte de nosotros que teme a la soledad y quiere más compañía y más amor y satisfacciones. El diferente peso que cada una de estas dos partes tiene en nosotros en cada momento, es lo que determina que la soledad tenga una cara sabia y una cara dolorosa.
La cara sabia
*La que ve y busca el caminante espiritual, el místico y el sabio.
*La que ve y con frecuencia busca el artista, el creador, el filósofo, el científico.
*La que ve y con frecuencia busca aquel que quiere descansar, curar sus heridas, o salir de la confusión y encontrar un nuevo rumbo para su vida.
*La de aquel que valora más la libertad y la sabiduría que el sentirse amado.
La cara dolorosa
*La situación que no acepta aque que no se siente amado.
*La situación que le duele al marginado, al despreciado, al olvidado, al perseguido, al maltratado.
*En la situación en la que se aburre el hedonista y el deseoso.
*En la situación en la que sufre el desequilibrado, el trastornado, el perturbado.
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*Quien lo que más valora es lo que le proporciona la soledad sabia, permanece en ella y nunca cae en la cara dolorosa.
*De la cara dolorosa sólo sale el que aprende a valorar las ventajas de la cara sabia.
*Los que valoran más la compañía que la libertad y consiguen ser amados, placeres y satisfacciones en compañía, creen que han escapado de la soledad dolorosa, pero no han entrado en la cara sabia, y por ello, vuelve a la cara dolorosa ante cualquier cambio en las circunstanncias, unas circunstancias que ellos no pueden controlar.
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