miércoles, 20 de mayo de 2020
EL PODER Y LA LIBERTAD
La creencia dominante en la mayoría de las personas respecto a las relaciones entre el poder y la libertad, consiste en lo siugiente:
Quien tiene poder puede hacer cosas diferentes.
Quien puede hacer lo que desea tiene libertad.
¿Cómo se puede tener este poder?
Hay muchas maneras de tener este poder, veamos algunas de ellas:
*Por las propias capacidades y energías.
*Consiguiendo la ayuda de los demás o de las fuerzas mágicas y sobrenaturales a cambio de darles lo que nos piden.
*A través del uso de la fuerza y de la violencia.
*A través de la riqueza y de uso para comprar las voluntades de los demás.
*A través de convencer a los demás de que adopten nuestras creencias.
Si analizamos estas maneras de conseguir poder vemos que todas ellas requieren que perdamos parte de nuestra libertad, y también que la pierdan los demás. Por lo tanto, aquí vemos que el poder y la libertad son contradictoios, y lo son porque entendemos que la libertad consiste en poder hacer lo que deseamos. Por lo tanto, la libertad queda subordinada, dominada, por los deseos.
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La otra creencia dominante en nuestra sociedad sobre las relaciones entre el poder y la libertad es que el poder ses puede usar de muchas maneras. Veamos algunas de estas maneras:
*Para conseguir lo deseado. Pero conseguir lo deseado nos esclaviza a nuestros deseos y a cuanto tenemos que hacer para conseguirlos, y frecuentemente somete a los demás a nuestro poder.
*Para ayudar a los demás. Pero el ayudado queda sometido, o bien a las obligaciones morales propias de la gratitud, o bien a las condiciones que le impone quien le ayuda a cambio de la ayuda que le presta. Además, el ayudado puede convertirse en dependiente de la ayuda. Sólo quien ayuda sin pedir ni esperar nada a cambio es libre. A veces la mejor ayuda es no ayudar, pues eso obliga a los ayudados a ayudarse a sí mismos, y por lo tanto les posibilita ser libres.
*Para liberarse a uno mismo. Sólo si la libertad se valora por ella misma es verdadera libertad. Sólo si se usa para liberarse de los deseos, para aceptar el flujo natural de las cosas y para armonizar, es verdadera libertad.
*Para liberar a los demás. Si liberamos a los demás eso aumenta nuestra libertad. Pero si liberarles requiere lucha entonces nos esclavizamos a la lucha, y si requiere hacer cosas, nos esclavizamos a esas cosas. Pero si liberarles requiere sabiduría, entonces no nos escalvizamos, pues la sabiduría sólo es verdadera si tiene capacidad de liberación. Así se trata de que no confundamos la sabiduría con la inteligencia, es decir, con esa capacidad para conseguir deseos.
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