El Universo y la Naturaleza tienen sus propias y naturales leyes. Quien armoniza con esas leyes tiene todas las posibilidades de conseguir lo suficiente. Los límites sólo aparecen cuando se intenta dominar al Universo y a la Naturaleza, los cuales defienden de forma natural sus leyes y su funcionamiento ordenado, poniendo límites a todos los seres vivos, aunque en el caso de la Naturaleza, el Hombre provoca destrucciones y desequilibrios pese a los límites que ésta le pone, lo cual provoca daños y sufrimientos a una parte creciente de la población humana y de los demás seres vivos.
Toda sociedad, como es un artificio, se rige por unas normas y por unas leyes artificiales que aunque consiguen cierto orden social y cierto grado de convivencia, dan lugar a situaciones contradictorias y conflictivas.
De todas maneras, quien las acata puede tener las mayores posibilidades que la sociedad puede ofrecer.
Quienes se sienten perjudicados o injustamente tratados y quieren otras normas y otras leyes, se encuentran con que la sociedad les pones límite con el propósito de defender su funcionamiento.
Cuando los descontentos luchan contra lo establecido y obtienen éxitos, cambian las normas y las leyes, pero siempre hay quien está descontento con lo nuevo, y entonces la sociedad también le pone límites.
Cuando lo más importante es conseguir lo deseado, sin límites las destrucciones serían mayores y reinarían los conflictos y el caos. Sólo la armonía permite vivir sin límites.
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