lunes, 26 de febrero de 2024

SALVACIÓN, FELICIDAD


 

 Quienes buscan la Salvación es porque creen que por sí mismos o con la ayuda de sus iguales, no pueden conseguir sus desesos ni solucionar sus problemas. Y así, necesitan a unos salvadores, los cuales pueden ser dioses, héroes, o fuerzas y seres del mundo de lo mágico. Pero todos los salvadores ponen normas, muchas de las cuales no se corresponden con la verdadera naturaleza, o con el nivel de conciencia, de los que esperan ser salvados, y así, cuando éstos no pueden o quieren cumplir con esas normas, surgen en ellos sentimientos de culpa, y como además pueden ser castigados, buscan diferentes y complejas maneras de eludir los castigos. 



    Quienes buscan la Felicidad, aunque la vean como algo individual y personal, necesitan un marco social propicio para ella, marco que siempre se basa en unas normas. Ahora bien, surgen dos contradicciones: Que las normas son generales, y que muchos individuos no pueden o no quieren cumplirlas, y por otro lado, cuando un individuo quiere conseguir un deseo particular que cree que le hará feliz, su deseo puede entrar en contradicción con el marco social. Debido a ésto, el marco social corre peligro continuamente ya que con frecuencia se producen unas dinámicas de conflictos, de problemas, de sufrimientos. La sociedad también puede castigar a quienes incumplen las normas, y surgen así diferentes y complejas maneras de eludir los castigos. 


  Frente a las consecuencias dolorosas de la búsqueda de la Salvación y de la Felicidad, existen  las opciones de dominar y de armonizar, y en las tensiones producidas por ésta dinámica general vivimos todos, cada cual buscando su propio horizonte  y su propio camino. 

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