El pájaro canta, y a los cuatro vientos lanza,
sus sencillas necesidades.
El Hombre canta y habla,
y en sus notas y plabras,
se reflejan, y con ellas aumenta,
a veces confunden.
A veces las sencillas comprensiones,
también surgen.
Y también está,
la sabiduría de callar.
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