martes, 13 de febrero de 2024

CULMINAR, COMPLETAR

 


  Con frecuencia sentimos el impulso de culminar tramos posibles de nuestro camino, y de completar aspectos posibles que vemos incompletos, y sentimos la certeza de que cuando hayamos culminado y completado, nos sentiremos descansados, satisfechos, serenos. 


  Con frecuencia esas certezas se cumplen. Pero al cabo de un tiempo vuelve el impulso de culminar y de completar. 


   Y así vivimos, así caminamos, así evolucionamos. Aunque ésto a veces se ve perturbado por las vanidades o por otras  ilusiones que se cruzan en nuestro camino. 


  Ésta misma dinámica se produce cuando sentimos que tenemos deberes morales posibles que cumplir y los vamos cumpliendo, aunque ésto a veces se ve perturbado por sentimientos de culpa, o por la búsqueda de admiraciones, de premios y de ser amados. 

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