Las opciones, los remedios y las estrategias que tenemos a nuestra disposición ante el dolor se pueden englobar en los siguientes grandes aspectos:
*Acabar con sus causas.
*Aprender a soportarlo.
*Conseguir placeres y satisfacciones.
*Ser amador y ayudados.
*Comprender todos sus aspectos y aceptarlo.
Sin embargo, cada uno de éstos grandes aspectos, a su vez, presenta otros aspectos más pequeños, y a veces también presenta contradicciones, de tal manera que a medida que vamos avanzando en la reflexión y en el análisis, nos vamos encontrando cada vez más aspectos, es decir, con un grado mayor de complejidad, y a mayor complejidad, más agitación, más confusión, y por lo tanto, menor eficacia frente al dolor. Para cortar esta espiral, sólo se me ocurre recomendar la sencillez, la serenidad, y confiar que el tiempo nos vaya trayendo intuiciones armónicas y liberadoras.
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