viernes, 15 de septiembre de 2023

SER HUMANO: PERFECCIÓN Y ESPIRITUALIDAD

 



 Quien busca la perfección,
  camina en pos de altas cimas. 
  El caminante espiritual
  sólo anda por sus propias vías. 

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En la actualidad, el ideal de perfección humana consiste en considerar a una persona como perfecta cuando reúne las siguientes características:

  *Alta capacidad para conseguir y para aportar aquello que más valora la sociedad.

  *Alta capacidad para los comportamientos morales. 

  *Alta capacidad para afrontar la adversidad. 

 *Alta capacidad para la compasión y para la empatía. 

 *Alta capacidad para producir placeres y satisfacciones a los demás. 

 No se considera como perfección aquello que sólo queda en el mundo interior del individuo. 

  La sociedad premia la perfección con muestras de admiración y de amor, con riqueza y con poder.
 Cuando la persona tiene pocas perfecciones, o tiene imprefecciones, se le niega aquello con lo que se premia a la perfección, y a veces se le castiga. 

  Los ideales de perfección humana, junto con los premios y los castigos con los que se estimulan, producen los siguientes efectos en los individuos: 

  *A unos les impulsa a aumentar sus perfecciones.

  *A los que no pueden aumentarlas les frustra. 

  *Provoca la aparición de conflictos, de envidias,         de vanidades, de hipocresías. 

   *A otros les impulsa a buscar alternativas muy 
     variadas y con frecuencia opuestas.


  A quien su mayor impulso le viene de la espiritualidad: 

   *Su mayor capacidad es para con su propio camino.

  *Su moralidad es sólo natural, y no necesita de la imperante en la sociedad. 

  *Cuando afronta la adversidad no recurre a la resistencia, ni a la fuerza, ni a la heroicidad, sino que prefiere la comprensión, la flexibilidad, la aceptación. 

  *Su compasión y su empatía aumentan en la medida en la que comprende y acepta, y las manifiesta de manera útil y sabia. 

  *Los placeres y las satisfacciones se los provoca a los demás, cuando les despierta lo que dentro llevan. 

  La perfección que busca el Hombre actual y el Hombre moral, no es natural, no es armónica, y por ello, no se puede alcanzar.

  La espiritualidad es un camino individual y solitario por el que se camina toda la vida.   

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