Los seres humanos estamos sinceramente convencidos de que lo que hacemos tiene como objetivo conseguir lo que necesitamos, conseguir aquello a lo que tenemos derecho, o causar algún bien a los demás. Sin embargo, en éstos objetivos caben muchas cosas, y requieren muchos medios, con lo cual nos encontramos muchas veces con los aspectos siguientes:
*Hacemos lo necesario, pero no conseguimos lo que esperamos.
*Hacemos lo que debemos, pero no recibimos lo que merecemos.
*Sin pretenderlo, muchos comportamientos traen problemas, conflictos, daños, sufrimientos.
Ante éstas situaciones es inevitable preguntarse por sus causas y por sus soluciones. Pero los egos son tan fuertes, la sabiduría tan escasa, los pensamientos tan variados, la emociones tan intensas, que en medio de acusaciones y de justificaciones, la ruidadosa confusión reina, y lo buscado no llega.
¿Cómo escapar de la confusión?
Cuando las respuestas vienen con palabras,
el ruido aumenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario