Las fuentes de las que adquirimos nuestros saberes son muchas, y en cada personas en proporciones variables, por lo tanto, en la práctica no sabemos de dónde proceden nuestros saberes. En ésta situación, en principio, se nos presentan las siguienetes cuestiones:
*¿Hasta qué punto somos conscientes de lo que sabemos?
*¿Hasta qué punto nos guíamos por lo que creemos que sabemos?
*¿Hasta qué punto nos guiamos por nuestras creencias?
*¿Hasta qué punto nos guíamos por lo que intuimos?
Éstas cuestiones son sólo aparentes, creaciones y creencias de nuestra razón, de nuestras emociones, y de la capacidad de nuestra servicial inteligencia. Y así, lo que siempre hacemos es guiarnos por lo que realmente sabemos, aunque no somos conscientes de ello.
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