Como individuos, frente a la vida nos encontramos con el presente, el cual, aunque es donde ocurren todas las cosas, y lo tenemos y además dura poco. De este manera frente a la vida lo que siempre nos espera es el futuro, el cual siempre llega. Así, una de las opciones que se nos presenta ante el futuro es la de escoger un horizonte, escoger un camino para llegar a ese horizonte, y mirar con qué medios andamos ese camino.
¿Qué horizonte?
*El que se ajusta a nuestros potenciales naturales.
*El que nos gustaría alcanzar.
*El que tenemos posibilidades de alcanzar.
*El que se ajusta a nuestro nivel de conciencia.
¿Qué camino?
*El que creemos que es más fácil.
*El que creemos que es más rápido.
*El que creemos que es más seguro.
*El que nos permite la realidad exterior y la nuestra propia.
¿Con qué medios?
*Los que han utilizado otros.
*Los que descubrimos nosotros.
*Los más eficaces.
*Los más naturales.
Tenemos otra opción: Dejar de planificar y de intentar dominar y controlar nuestro presente y nuestro futuro, y dejar al flujo natrural de las cosas, a la vida, a nuestra conciencia y a nuestra intuición que nos muestren el horizonte, el camino y los medios.
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