Son esos impulsos que nos animan, que nos impulsan a hacer cosas, a vivir, y que para muchos le dan sentido a su vida, son los que nos dotan de la voluntad de la vivir. Los más importantes son los siguientes:
Mantenernos vivos
Conseguir lo deseado
Desarrollar nuestros potenciales naturales
Adquirir conocimiento
Buscar el amor de los demás
Ayudar, salvar a los demás
Dejar huella, que continúe nuestra obra
Buscar la armonía, la fusión con el Universo
Podemos preguntarnos por qué estos impulsos y no otros. También podemos preguntarnos si hay algo detrás de estos impulsos, y qué es ese algo. Ante estas preguntas el Ser Humano ha creado muchas y muy variadas respuestas, con lo cual, cada grupo de creyentes adopta una respuesta diferente como creencias.
También podemos dedicarnos a ser conscientes de cual es la importancia que en un nuestro interior, en nuestras vidas, tiene cada uno de estos impulsos. Siendo consciente de esa importancia, la persona tiene ante sí dos opciones:
1ª) Intentar que unos impulsos dominen sobre los otros. En este caso, el individuo recurre a diversas estrategias basadas en la inteligencia y en las emociones. Pero para desarrollar cada una de esas etrategias también necesita fuerza, energías, y a esto unos lo llaman fuerza de voluntad, y otros le dan otros nombres, tales omo valor, sacrificio, esfuezo...
2ª) Permitir que cada impulso ocupe el lugar que naturalmente le corresponde. Esto requiere solamente sabiduría, la cual también nos va dotando de una energía que nos va permitiendo vivir de acuerdo con esa sabiduría.
Cuando la persona no consigue que unos impulsos dominen sobre los otros, o cuando no consigue la suficiente sabiduría para que armonicen, puede sentir malestar, sentirse desequilibrado, perturbado, agitado, confuso, insatisfecho, frustrado. Ante esto puede recurrir a la ayuda de las fuerzas sobrenaturales, o a adiversos maestros, a diversos terapeutas, a diversas técnicas especializadas, o bien puede recurrir solamente a sí mismo, a ser cada vez más consciente de como actúan estos impulsos en su interior, y así adquirir la sabiduría necesaria para permitir que cada impulso ocupe su lugar natural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario