jueves, 25 de octubre de 2018
VARIEDAD Y CONFUSIÓN
Confusa era una mujer que rondaba los cuarenta años. Tenía mucho interés en conocer el mundo espiritual y había leído muchísimo y había hablado con multitud de personas que seguían diferentes caminos y tenían diferentes creencias. Para ella, Caminante era uno más. Cuando Caminante le explicó en qué consistía su camino, ella le dijo:
-Existe una enorme variedad de creencias y de caminos. Mucha gente me dice que esto debo verlo como riqueza, como posibilidades y como libertad, pero cada vez estoy más confusa. He entendido que todas las creencias y caminos tienen como objetivo principal liberar a la Humanidad y al individuo del sufrimiento, pero en las creencias y formas de alcanzar este objetivo veo una enorme variedad, y además, si todos tienen el mismo objetivo, si las diferentes creencias y caminos han sido creados por grandes sabios, o por personas que han alcanzado la Iluminación, ¿por qué hay tanta variedad?
-Realmente desconozco el por qué hay tanta variedad. Sólo sé que hay muchos niveles de conciencia, y que cada gran sabio vivió en una tradición espiritual diferente. A veces he llegado a pensar que esta variedad es algo que posibilita al Hombre para usar el mejor medio en cada situación, pero esto es sólo una conjetura mía.
-Dijo Caminante.
-Con estas palabras no me aclaras nada. -Dijo Confusa.
Caminante guardó silencio para poder encontrar palabras que pudieran servir a Confusa para empezar a aclararse. Y así probó con la siguiente pregunta:
-¿Has probado a ver qué consecuencias tendría para ti seguir uno de los caminos que ya conoces?
-Esto me confunde aún más, pues a las diferentes creencias y caminos hay que añadirle las diferentes consecuencias de cada uno de ellos, eso es para mí un laberinto del que no sé como salir.
-Objetó Confusa.
En vista de esta respuesta, Caminante probó con otro argumento:
-Observa el flujo del Universo y de la Naturaleza, aunque sus formas cambian, aunque sus ciclos conocen fluctuaciones y variantes, el Universo y la Naturaleza no tienen creencias, no tienen verdades que se opongan a las mentiras o a lo erróneo, ni hay un Bien que se oponga al Mal, no ponen normas, no cambian de opinión ni de actitud, se guían por unas leyes inmutables y eternas. En realidad, en ellos todo es muy sencillo.
-Sencillo será para ti, para mi es algo muy complicado. -Volvió a objetar Confusa.
-Entonces prueba con aquello que está más en sintonía con tu conciencia, con aquello que te produce más serenidad, más plenitudes, más libertad interior. -Dijo Caminante.
-Ya he probado, pero todo eso se ve muy perturbado por todas las creencias y caminos espirituales que conozco, y por mis emociones, y por mis deseos, miedos y contradicciones. -Objetó Confusa.
-En fin, sólo se me ocurre que observes que es lo que te lleva a ponerle objeciones a todo lo que conoces y a todo lo que experimentas. Sólo veo en ti dos posibilidades: O que una lucecita te muestre el camino de salida del túnel de tu confusión, o bien permanecer en él para siempre. -Concluyó Caminante, el cual ya se había dado por rendido.
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