Caminante y Sensato llevaban una hora sentados en la cima de un cerro desde el que se divisaba un extenso paisaje. No solamente contemplaban el paisaje, sino que observaban el movimiento de las nubes y como éstas tapaban al sol o permitían verlo, y también escuchaban los diferentes sonidos y detalles de la Naturaleza, y observaban las diferentes sensaciones que sentían en su cuerpo.
-¿Qué es la sensatez para ti? -Preguntó Caminante.
-Vamos a ver como contesto a esa pregunta. Todo lo que hemos observado forma parte del flujo natural, del ritmo del Tao, y tu y yo buscamos la armonía con ese flujo, con ese ritmo. Sin embargo, la gran mayoría de la gente está dominada por algún tipo de pretensión de dominio o de control sobre lo que nos rodea y sobre su propio comportamiento. Pues bien, eso es insensatez. -Respondió Sensato.
-Pero yo te he preguntado por la sensatez. -Protestó Caminante.
-No tengas tanta prisa. Primero veamos que es la insensatez. El segundo aspecto de la insensatez consiste en querer imponer nuestras creencias o nuestros intereses a los demás, pues eso es fuente de conflicto y además no aporta ninguna solución. -Dijo Sensato.
-¿Hay más aspectos de la insensatez? -Preguntó Caminante.
-Sí, un tercer aspecto son todas aquellas cosas que nos esclavizan. -Respondió Sensato.
-Ya, y un cuarto aspecto es la lucha frontal y directa contra nuestras insensateces. -Argumentó Caminante.
-Efectivamente, pues esa lucha está condenada al fracaso y por lo tanto a la decepción hacia nosotros mismos y a la frustración. -Dijo Sensato, el cual añadió:
-Llegados a este punto, la sensatez consiste en dar aquello pasos que en cada momento nos resulten posibles, tanto para liberarnos de nuestras insensateces, como para caminar hacia la armonía.
-Veo que haces honor a tu nombre. -Dijo Caminante con una sonrisa de simpatía.
La sensatez siempre es sencilla,
siempre es receptiva,
y siempre quiere ser compartida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario