sábado, 13 de octubre de 2018

OPCIONES DE VIDA


  En un pueblecito, Caminante conoció a una pareja de ancianos que se acercaban a los noventa años pero a los que la vejez todavía no les había traído ningún problema importante de salud. Se mostraban naturalmente sencillos y amables, y pronto sintieron simpatía por Caminante, de tal manera, que con toda naturalidad le invitaron a su casa y con la misma naturalidad, Caminante aceptó la invitación. 

  -Tengo curiosidad por conocer su vida, por como han llegado hasta su situación actual. -Dijo Caminante en un tono en el que se mezclaban la curiosidad y la admiración. 

  -Fuimos jóvenes, nos enamoramos, nos casamos, después nos aceptamos el uno al otro y eso nos unió definitivamente sin que nos restara libertad personal, trabajábamos en un banco atendiendo a los clientes, no tuvimos, y siempre tuvimos muchas inquietudes, pues nunca estuvimos de acuerdo con los valores dominantes de la sociedad y lo que más valorábamos entonces era la libertad. -Dijo Anciana. 

  -Ahora seguimos valorando la libertad y hemos aprendido a valorar la sabiduría y la vida sencilla. -Dijo Anciano. 

  -¿Por qué los jóvenes no son sabios? -Preguntó Caminante.

  -Porque no han tenido tiempo de serlo, porque tienen mucha energía y la usan para conseguir sus deseos, sus ideales, sus sueños particulares, y además lo hacen entre las opciones que encuentran en los valores dominantes de la sociedad o en las diferentes minorías de rebeldes, insatisfechos y críticos escépticos, y atrapados por una fuerte creencia en las verdades de esas opciones y en el rechazo a las opciones opuestas, no son capaces de desarrollar una visión panorámica que les permita ver la realidad del conjunto, las relaciones de todas las cosas entre sí. Necesitan tiempo, experiencia, y escuchar solamente a su conciencia. -Contestó Anciana. 

  -Al no tener que criar hijos, a nosotros se nos presentaron todas esas opciones. Siempre tuvimos claro que no íbamos a dedicarnos a ganar más dinero ni a usarlo para tener más comodidades y más placeres, nuestra valoración de la libertad nos lo impedía. De esta manera tuvimos una etapa de luchas políticas y sociales. Después otra etapa de búsqueda en el mundo de la cultura, de la literatura, de la filosofía, de las artes, y pasamos por una etapa ecologista, y por una etapa caritativa en una ONG, hasta que encontramos nuestro camino espiritual y aquí nos hemos instalado pues satisface nuestros anhelos de libertad y nos produce serenidad y plenitud. -Dijo Anciano.

  -¿Pero tendrán sus tensiones y sus momentos de insatisfacción, no? -Dijo Caminante. 

 -Claro, pero entendemos que junto con los demás momentos forma parte del flujo natural de la vida. Hemos entendido que no se trata de si el camino es fácil o difícil, ni tampoco de si alcanzamos metas grandes o sólo damos pequeños pasos, se trata de escoger el horizonte que más se adapta a nuestra conciencia y caminar serenamente hacia él, y unas veces nuestro camino nos trae flores y cantos de pájaros, y otras piedras y cardos, y seguimos caminando, y nos paramos y nos sentamos, y nos levantamos y continuamos la marcha dejando que todo lo que encontramos en el camino y en nuestro interior vaya haciendo su labor, eso es todo, y así queremos afrontar la muerte. -Concluyó Anciana. 

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