jueves, 11 de octubre de 2018

EL PODER REGULADOR DE LA NATURALEZA




   Desde que comenzó la Revolución Industrial, el aumento del consumo per capita de bienes materiales y de diversos placeres ha sido continuo. Junto a ese aumento está el aumento de la población, siendo el resultado de todo esto un enorme aumento global del consumo. 

  Para fabricar las cosas consumidas y para facilitar los diferentes placeres, y para el transporte de materiales y de personas se ha necesitado energía y otras materias, y ha sido el consumo de esa energía y de esas materias lo que ha dado lugar al cambio climático. 

  En estos momentos, los diferentes fenómenos climáticos están produciendo un aumento continuo y creciente de muertes y de destrucción de edificios y de infraestructuras, etc, en suma están produciendo crecientes pérdidas económicas en todos los países. Así la Naturaleza empieza a regular al planeta reduciendo el número de seres humanos y la capacidad de consumo de éstos, es decir, la Naturaleza intenta acabar cono las causas de aquello que ha producido el cambio climático y la destrucción medioambiental. 

  La sociedad reacciona frente a estos daños recurriendo a dos de medidas: las legales y las técnicas. 

  Medidas legales que regulen la construcción para evitar que se construya en zonas peligrosas, y leyes que hagan la producción y el transporte menos contaminantes. 

  Se recurre a medidas técnicas de todo tipo para contaminar menos, para destruir menos, e incluso para recuperar zonas contaminadas y también para mejor la actual calidad del aire, de las aguas y de los suelos, pero pese a esas medidas y a que la natalidad se está reduciendo, la población sigue creciendo, y sigue creciendo el consumo y la destrucción medioambiental.

   Las medidas legales y las técnicas sólo consiguen frenar el ritmo de la destrucción, pero la destrucción sigue aumentando. Y este aumento demuestra que estas medidas no son suficientes, que las medidas suficientes serían aquellas que implicaran un profundo cambio en la forma de vivir, un cambio que implicara una fuerte reducción del consumo y un fuerte control de la natalidad. Pero este cambio va en contra de los intereses de los poderosos y es rechazado por la gran mayoría de la población la cual sólo saber vivir con un alto nivel de consumo y con la esperanza de que ese nivel aumente. 

  En suma, la sociedad no sabe regularse por sí misma, y en su lugar es la Naturaleza la que de forma automática, es decir, siguiendo sus propias y naturales leyes, está empezando a regular a la sociedad, eso sí, al precio de fenómenos destructivos de bienes y causantes de muertes, como son las inundaciones, o los huracanes y otros fenómenos climáticos extremos. Por lo tanto reflexionemos a fondo cuando oigamos hablar de "catástrofes naturales", o de que la Naturaleza es "cruel".

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