viernes, 11 de junio de 2021

EL INDIVIDUO FRENTE A LA SOCIEDAD

 


  -Todo individuo tiene su propia visión de lo que debería ser una sociedad ideal. En esa visión están las normas que deberían regir en todos los aspectos de las relaciones sociales así como cuales deberían sser las actitudes de los ciudadanos. La sociedad nunca es como el individuo la desea, y los ciudadanos nunca se comportan como el individuo desea, y de esta manera surgen los conflictos y las frustraciones. -Dijo el Maestro. 


 -Pero el individuo encuentra que toda sociedad tiene aspectos que le gustan. -Dijo un discípulo. 


 -Efectivamente, y ses dedica a defenderlos contra los individuos que nos les gustan y quieren acabar con ellos o cambiarlos. De esta manera surgen los conflictos, y esos conflictos llevan al individuo a recurrir al poder que puede conseguir para proteger aquello que le gusta, y usa ese poder para conseguir la victoria y para imponer sus normas a los demás. 

-Dijo el Maestro. 


 -Pero cuando al individuo no le gustan algunos aspectos de la sociedad, su lucha contra ellos produce las innovaciones, las mejoras. -Objetó el mismo discípulo. 


 -A la larga es cierto, pero como esas innovaciones y esas mejoras muy pocas veces contemplan una mayor armonía con la Naturaleza y con el Universo, los viejos artificios son substituidos por los nuevos, y los conflictos y las frustraciones continúan. -Dijo el Maestro, el cual, viendo que el discípulo guardó un silencio reflexivo, dijo:


-Cuando al individuo no le gustan algunos aspectos de la sociedad y del comportamiento de los demás, culpa a esos aspectos de todos los males de la sociedad y también de la mayoría de sus propios males. Cuando lucha contra esos aspectos lo hace inducido por la creencias de que si obtiene la victoria, si obtiene lo deseado, se acabarán los males de la sociedad y los suyos propios. De esta manera, el individuo presta poca atención a sus relaciones con el Universo, con la Naturaleza y a su mundo interior, con lo cual, su visión es miope y por lo tanto no puede alcanzar a comprender la totalidad, y de esta manera no se produce la sabiduría necesaria para la liberación y para la armonía. 


  -¿Entonces, cuál es la solución? -Preguntó el mismo discípulo. 


-No hay solución que encontrar, lo que existe es la búsqueda de la armonía con el Universo, con la Naturaleza, y el propio desarrollo de nuestro mundo interior. La sociedad la hacemos todos, pero nadie puede cambiar el interior de nadie, a los demás sólo se les puede presionar para que cambien de comportamiento y esas presiones se harán de una manera u otra, con unos objetivos u otros, en función del desarrollo interior que hay alcanzado, tanto aquel que presiona como aquel que es presionado. De esta manera, la sociedad siempre depende de cual es el desarrollo interior que cada individuo alcance. -Dijo el Maestro, y en vista de que nadie dijo nada, guardó silencio. 

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