lunes, 31 de agosto de 2020

DESEOS Y CONSECUENCIAS




Quienes están dominados por la creencia de que lo más importante es conseguir lo deseado, cuando deciden conseguir alguno de sus deseos, isempre entran en la dinámica siguiente: 

 *Lo primero que miran es si es posible conseguirlo. Si la respuesta es que sí, muchas veces pasan directamente a conseguirlo. 

 *Otras veces sopesan los riesgos, los esfuerzos, los sacrificios. si la respuesta es que todo eso vale la pena ante la esperanza de conseguir lo deseado, pasan a intentar conseguirlo. 

*Hay personas que también tienen en cuenta la moralidadd de los medios usados para conseguir lo deseado. Unas veces tienen en cuenta los aspectos morales para justificarse ante los demás, y otras veces para justificarse ante su propio sentido de la moralidad. Sea como sea, estas personas se plantean si tienen derecho moral a conseguir lo deseado, y si los medios utilizados causarán daños a los demás. Si creen que tienen derecho y que además no causarán daños a los inocentes y que incluso les beneficiarán, entonces ya tienen el aval definitivo para conseguir lo deseado, y ponenen ello todas sus creencias, su inteligencia, sus capacidades y sus energías. 

  Pero aunque todo sea moral, la mayoría no es natural pues el Universo y la Naturaleza no se rigen por principios morales, con lo se ponen en marcha unos mecanismos imprevisibles e incontrolables, entre los que siempre aparecen contradicciones y efectos no deseados, incluso diferentes situaciones caóticas. 

   Unas veces se consigue el deseo y otras se fracasa, pero en ambos casos las consecuencias imprevisibles e incontrolables siempre estarán presentes, y así se vuelven permanentes los conflictos, las luchas, las confusiones, y cuando un problema se soluciona, lo que hacemos para solucionarlo acaba por crear nuevos problemas. Por eso, aunque escapemos a un problema concreto, y aunque consigamos un deseo concreto, lo que hacemos para conseguir ambas cosas es lo que alimenta a esta sociedad llena de necesidades, de problemas, de conflictos, de luchas, de confusión, de perturbaciones de todo tipo, de dramas y de tragedias. 

  Y en vez de buscar la raíz profunda de las cosas, nos dedicamos a culpar a los demás, a sus maldades, a sus egoísmos, a sus injusticias, a sus abusos de poder, a sus crueldades, a sus estupideces y a sus locuras. Creemos que falta moralidad, amor e inteligencia, y lo que realmente falta es el conocimiento profundo y armonioso de como funciona el Universo, la Naturaleza, el flujo natural de la vida. 

   Pero si nos dedicamos a este conocimiento profundo y armonioso, aunque consigamos lo necesario, eso pocas veces nos resulta suficiente, y entonces recurrimos a conseguir aquello que deseamos. He aquí la cuestión que el Hombre todavía no sabe resolver. 
  

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