martes, 4 de agosto de 2020

¿QUÉ PUEDO HACER?


   El discípulo le dijo a su Maestro:

 -Siento malestar, siento miedo, tengo problemas y preocupaciones. ¿Qué puedo hacer? 

 El Maestro permaneció sentado en silencio y mostrando un aspecto sencillo, sereno y profundo.

 -¿Qué puedo hacer, Maestro? -Insistió el discípulo. 

 El Maestro siguió sentado en silencio y mostrando un aspecto sencillo, sereno y profundo. 

 El discípulo, enfado por la falta de respuestas y de atención del Maestro, se marchó sin despedirse, y empezó a buscar nuevos maestros, a pedirles consejo, y cada uno le daba diferentes consejos. También se dedicó a estudiar las diversas sabidurías, y todas le daban diferentes consejos. Unos años después el discípulo volvió a la casa del Maestro, encontró la puerta abierta, entró se sentó junto a él, y permaneció en silencio y mostrando un aspecto sencillo, sereno y profundo. 


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